Alguno de los aprendizajes de la Gran Recesión nos muestran que los entornos con una buena base industrial estaban sustancialmente mejor dotados tanto para resistir la embestida de la crisis, como para favorecer la velocidad de la recuperación.
Estar mejor dotados implica necesariamente disponer también de ventajas y posicionamientos competitivos que permitan soportar la presión internacional de la industria.
En la actual economía del conocimiento, esto solo es posible otorgando a la innovación un papel sistemático y sistémico en la dinámica empresarial. Implementar y mantener la innovación con estas características, siempre a la vanguardia del conocimiento, requiere para la empresa alianzas y relaciones constantes con los generadores de conocimiento.
Articular y facilitar esta difícil condición a las empresas es la justificación de las actuaciones que GISA propone a través del proyecto de ciudad GETAFE INNOVA: Promover la innovación y transferencia tecnológica al tejido empresarial, así como estimular el uso de la innovación, en especial, para desarrollar nuevos productos, procesos y servicios, o mejoras en los ya existentes.